Asesor Deportivo…

Asesor Deportivo. La importancia de su figura

Si tomamos como punto de partida la expresión en latín: “Mens sana in corpore sano”, cuya traducción es ‘una mente sana en un cuerpo sano’ que fue extraída de uno de los poemas satíricos escritos por el autor romano Décimo Junio Juvenal, entre los siglos I y II d.C, donde el texto completo dice que “debemos orar por una mente sana en un cuerpo sano”; podríamos decir que desde aquellos tiempos cimentamos la dualidad cuerpo-mente.

El advenimiento de las sociedades trajo consigo aparejado fuertemente esta dualidad, anexándole la importancia de ciencias como la medicina, donde el discurso cuerpo-maquina fue el gran bastión: anatomistas, medicinistas y hasta especialistas en disección fueron quienes enarbolaron esta bandera.

Aunque hoy en día este arraigo sigue de manifiesto en lugares como los centros de enseñanza, institutos y facultades, cuesta mucho entender y comprender al cuerpo así.

Es más, ese cuerpo-máquina no solo se limita, agota y compara con el motor de un vehículo; ese cuerpo siente, piensa y se relaciona con otros; vive inmerso en una sociedad a la cual le es muy difícil disociarse.

Ya no tenemos un cuerpo, sino somos un cuerpo que siente, piensa y se manifiesta; y en esa manifestación me detendré un instante.

Ese “cuerpo que habla”, nos está devolviendo algo; y si nos remitimos al deportista propiamente dicho, sea amateur o profesional, esa devolución se torna imprescindible a la hora de acompañar sus procesos evolutivos.

En el profesionalismo se tratara de rendimiento, en el amateurismo se tratara de mejoras no solo vinculadas a lo físico estrictamente, sino también educacional, social y de valores.

Sea en el área que sea, en la disciplina que sea, en el lugar y momento que sea, SIEMPRE el cuerpo se manifiesta; y poder comprender esas manifestaciones se torna crucial para las personas que acompañan en dichos procesos a los deportistas.

Y aquí me detengo por segunda vez. La importancia de la naciente figura del ASESOR DEPOTIVO como agente detector de esas manifestaciones.

Entiendo particularmente que su importancia no solo reside en detectar, sino lo que es más importante: generar acciones y acompañar los procesos; no solo por la experiencia acumulada durante su etapa de deportista, sino también por la fundamentación teoría a la hora de abordar las “problemáticas”.

El diálogo como herramienta, la escucha activa y la observación, se tornan imprescindibles para el asesor deportivo a la hora de realizar sus intervenciones.

Por ello y a titulo de cierre aplaudamos felizmente estas apariciones e intentemos desde nuestros lugares de intervenciones incluir a esta naciente figura, que a mi entender es de suma importancia a la hora de acompañar los procesos deportivos.

Lic. Matías Rico.